por Cachorro Godoy
Hoy se cumple un nuevo aniversario, el noveno, de la partida de alguien tan importante y querido, como Omar Nuñez. A Omar lo conocí poco después de salir de la cárcel en el año 82.
El era dirigente del sector sindical del Partido Intransigente y yo integraba las Agrupaciones Sindicales Peronistas, que habíamos armado como una expresión diferenciada de las 62 Organizaciones.
Desde allí construimos una relación de hermanos.
No dejamos nunca de acercarnos cada vez más en lo afectivo, y de militar juntos a cada hora, para construir primero ATE Participación, y desde allí, llegar a la conducción del gremio provincial, ser parte de la fundación de la CTA más tarde y protagonizar codo a codo cada una de las luchas que llevamos adelante.
Así, hermanos entrañables, hasta el momento en que la maldita parca se lo llevo.
El afecto se acrecentó, en paralelo al compromiso militante por la causa de los trabajadores, por la causa de la transformación social y revolucionaria de nuestro país, y de Latinoamérica toda, condición que Omar sostuvo y alentó a lo largo de toda su vida.
Omar fue dirigente de ATE, de la CTA y, también, candidato a senador en un de las experiencias electorales anteriores a la fundación de Unidad Popular.
El tenía en claro la integralidad de nuestra pelea y la búsqueda de una sociedad diferente, utilizando todas las herramientas al alcance de nuestro pueblo.
Ese fue un rasgo distintivo de nuestra práctica política, que él siguió a cada minuto, y que hoy nosotros seguimos llevando adelante, con su figura y sus enseñanzas siempre presentes.
Por eso es que hoy quiero recordarlo. Y hacerlo, implica reafirmar esos valores y hacerle a él un homenaje permanente y cotidiano.
* Secretario Adjunto de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA)