«…Cuando empecé con el proyecto de las mujeres presas, fue con una idea un poco romántica de la maternidad. Y lo que me impresionó es que, estando preso, tener un hijo o no tenerlo es lo de menos. Lo fuerte es estar preso, los hijos tienen un papel secundario dentro de la cárcel, de alguna manera todos son hijos de todas. Lo fuerte del vínculo pasa por ser lo único que una mujer presa puede tener, sobre lo que dispone y sobre lo que puede tomar una mínima decisión, porque, en el fondo, creo que estar preso es eso, no poder decidir.”
Adriana Lestido es una fotógrafa argentina, nacida en Buenos Aires en 1955. Inició su formación en la mítica Escuela de Arte y Técnicas Audiovisuales de Avellaneda en 1979 y pasó por el fotoperiodismo entre los años 1982 y 1995, dejando como estela una foto en la memoria visual colectiva del espacio de los Derecho Humanos: la imagen de una madre, con su hija en brazos, ambas con pañuelos blancos sobre sus cabezas, rugiendo juntas en una marcha:
Después de eso, su camino estuvo guiado por la obsesión alrededor de cierto temas -la maternidad, los vínculos madre/hija, ser madre en el encierro, mujeres presas, entre otros-. El resultado de esa obstinación es una obra íntima, bordada en los márgenes del silencio y la reflexión que logra captar el amor, la soledad, la intimidad y otras cosas sutiles flotando en el aire como la niebla, la bruma o el vapor. Adriana Lestido puede retratar imposibles.
Así, al ver sus obras lo que se nos presenta es una ventana sensible hacía un núcleo duro y distante como es, por ejemplo, la cárcel. En la serie “Mujeres Presas” ella nos ayuda a “ver” algo tan cotidiano como es allí adentro la separación y la desolación. Si miramos bien este cuerpo de fotos, entendemos que son el retrato de la separación de una madre y su hija bebé, que tiene que abandonar el penal para irse con una familia sustituta. Entonces, durante el tiempo que tenemos puestos nuestros ojos en la mirada que nos otorga Lestido, gravitamos hondo en esa situación, con el agregado de que la fotógrafa nos ahorra -cosa que no es menor- el golpe bajo.
Es importante, luego de darnos una vuelta por la intensa y despojada obra de Adriana Lestido, entender cual es la situación sanitaria y social de las mujeres que se encuentran presas con sus hijos/as y releer un material producido por El Área de Salud del Instituto de Estudios sobre Estado y Participación (IDEP) de ATE ARGENTINA: el Fascículo I de la serie “CUADERNOS PARA VOLVER A CARRILLO: Salud Pública escrita por trabajadores y trabajadoras”.
LA SALUD DETENIDA
Silvia Perez y Gabriela Calotti, investigadoras de «La salud detenida» nos dicen:
LA SALUD EN CONTEXTOS CARCELARIOS es uno de los nudos más silenciados e invisibilizados de la Salud Pública en la Argentina.
Y en el caso de las mujeres encarceladas se le agrega a estas consideraciones, la condición de las mismas en la sociedad. La vejación en forma de desnudez forzada, en muchos casos en ocasión de las visitas de sus hijos, hijos alojados en las cárceles, manipulación de la culpa en su condición de madres y otras formas de búsquedas de degradacion y quiebre.
La producción que presentamos, es fruto de entrevistas, encuentros, búsqueda y recopilación de datos por parte de un equipo de trabajadores encuadrados en el espacio ATE sociosanitario de la Asociación Trabajadores del Estado de la Provincia de Buenos Aires.
Busca sumarse a otras expresiones y testimonios, personales o institucionales que operan con similitudes de marcos conceptuales, donde la SALUD es una construcción socio sanitaria de profunda raíz política y ética.
Por eso, EL ARTE QUE NOS MUESTRA quiere ver una y otra vez el material de Lestido, quiere leer y releer La Salud Detenida, porque entendemos que hay que poner imagen, palabra y política a contextos tan agónicamente enmudecidos, porque hay que pensar desde la perspectiva de la transformación una realidad que no encierre, que no excluya.
Por Candela Godoy