Comenzamos el dos mil catorce con renovadas iniciativas. ATE Provincia de Buenos Aires lleva 12 años abordando el desafío de poner la educación de los trabajadores, en mano de los trabajadores. Sin embargo después de recorrer un trecho y hacer una pausa pudimos abordar un balance de lo realizado. Esa mirada, más abarcadora, nos ayudó para identificar con mayor precisión cual era nuestro objeto de investigación y trabajo. Lo nuestro no pasa por tomar el tema del trabajo por un lado y la educación por otro. Sino la relación entre estos dos mundos, el encuentro, el punto donde el trabajo articula con la educación. Esa relación de ida y vuelta la ubicamos en el puesto de trabajo, en el día a día de la jornada laboral. En nuestro caso, entre el trabajador del Estado y el empleador.
Sin entrar en un debate pormenorizado sobre el concepto de clase trabajadora, nos parece adecuado tomar cuenta de algunas realidades que fueron renovando nuestra definición de clase trabajadora. Desde la crisis de los noventa, con el cierre de empresas, la caída de puestos de trabajo y el aumento de la desocupación, emergió con una fuerza y un número que no habíamos conocido anteriormente, un nuevo sujeto social, los desocupados, o mejor dicho los trabajadores sin empleo. “Todo asalariado del sistema, es un trabajador”, fue una definición que nos permitió en su momento abarcar otras formas de trabajo, que no se insinuaban en la expresión “clase obrera”. Esta, así seca, remitía a la industria, pero dejaba afuera al personal que realiza tareas de servicios, profesionales que cobran sueldos y particularmente a los que trabajan en la administración del Estado. Aquella expresión amplia en su momento, nos quedó chica, en la crisis irrumpieron millones de personas que no tenían ni empleo, ni salario, pero que se consideraban y se organizaban como trabajadores. Uno de esos ejemplos es el Movimiento Piquetero, surgido en 1996 en Cutral Có y Plaza Huíncul, provincia de Neuquén. El primer piquete se realizó en el mes de abril con el corte de la ruta nacional 22 por los trabajadores despedidos de la empresa YPF, después con el tiempo se extendió a todo el país. Hay que contemplar dentro del concepto de clase trabajadora a personas que no tienen un trabajo remunerado, hoy día aceptamos que existen trabajadores con empleo y trabajadores sin empleo. Trabajo que se ajusta a la ley y contratos basura, empleo precario y estabilidad laboral. En nuestro país donde esta todo por hacerse, trabajo sobra, lo que falta es empleo remunerado. No se perdió la cultura del trabajo, como comúnmente se dice, lo que se perdió es el puesto de trabajo, el empleo…